Reflexiones sobre la relación entre la redes sociales, el periodismo independiente y la democracia. por Jaime Andrés Ospina Pinzón

 

De cómo las redes sociales y el periodismo independiente han salvado la democracia en Colombia

 

Por Jaime Andrés Ospina Pinzón

Maestro Colegio Nueva Colombia IED.

 

Colombia atraviesa una crisis social que dura más de 200 años. Con el estallido social que vemos desde el 2019 ha quedado en evidencia que nuestro país sufre una crisis con su contrato social, específicamente por la falta de concreción de los ideales de la Constitución Política de 1991, que buscaba la disminución de la violencia, la participación plural en política, el fortalecimiento de la justica y el acceso a derechos fundamentales como la salud, la educación, el empleo, etc.  

Esta crisis tiene como uno de sus síntomas la generalización de la desconfianza de los colombianos en la democracia. Desconfiamos de ese sistema de participación ciudadana por la compra de votos, porque siguen votando nuestros abuelos así lleven años descansando en paz, porque se trasladan votos de un municipio a otro y porque la Registraduría queda en entredicho cuando hay poca claridad con la auditoría del software que sistematiza los datos electorales, y con las alteraciones en los formularios utilizados para el conteo de los votos. También, desconfiamos de la democracia porque los gobernantes han pensado más en sus intereses que en los del pueblo.

Además de todo lo anterior, cuando los ciudadanos queremos informarnos de forma veraz y objetiva sobre el acontecer local, regional o nacional y conocer de primera mano todas las aristas del descontento social nos encontramos con un muro de silencio, parecido a las paredes en donde borran los murales y grafitis que denunciaban los abusos del Estado.  Esto se debe a que los grandes medios de comunicación: los hegemónicos, pertenecen a grupos empresariales (ver figura 1) que se relacionan con la política tradicional que ha deteriorado la confianza de la ciudadanía en la democracia. Esto lleva a que los noticieros y programas de opinión dejen a un lado la independencia y se parezcan más a una pauta publicitaria que hace quedar bien a determinado político o grupo político. Vemos que el análisis noticioso solo presenta la visión del gobierno de turno según le convenga o que la información que nos presentan no menciona a los dueños de estas empresas cuando la polémica toca sus nombres. Esto conlleva a que la comunicación deje de ser un derecho social y se convierta en una mercancía de mala calidad, con una información parcializada que busca afianzar un poder y garantizar la reproducción de la ideología dominante a la vez que comercializan y embolsan grandes ganancias con ello.[1]

Afortunadamente, nuevas formas de comunicación como los cibermedios y los medios móviles,  han incursionado en nuestra realidad desde hace un poco más de una década convirtiéndose en una alternativa para que los periodistas que no hacen parte de los grandes medios puedan desempeñar su labor informativa haciendo otra clase de periodismo; uno que no sirva para legitimar el estado de las cosas de los gobiernos de siempre: necesitamos que nos muestren todas las caras y matices del descontento social.

 Dentro de estos cibermedios y medios móviles han tomado fuerza las redes sociales como Facebook, Twitter, YouTube, etc. Si bien, muchos medios independientes se alojan en la internet con sus contenidos en sus propios dominios, la gran mayoría utilizan las redes sociales para llegar a una mayor cantidad de público.

Esto es, porque una de las características más atractiva de las redes sociales es que, al mismo tiempo de compartir un contenido se permita que el público que interactúa con esta información pueda comentarla, dar su opinión y compartirla nuevamente con sus seguidores o amigos de red. Algo así, como si alguna vez hubiésemos podido contradecir, refutar o asentir la información que nos presentaban los noticieros de las 7:00 pm en los canales tradicionales de televisión. En otras palabras, las redes sociales crearon un mecanismo de réplica para el público, una forma de manifestar conformidad o rechazo frente a lo que nos informan, algo que no existió en el auge de los grandes medios y que ahora, en cierta forma, permite que a quien le llega el contenido tenga una voz y una opinión propia que quede registrada.

Ciertamente, sabemos que las redes sociales no son el paraíso terrenal en cuanto al manejo de la información porque por un lado se prestan a fenómenos como las fakenews o noticias falsas que han llegado hasta a manipular elecciones en muchos países; y por otro lado, a que cualquiera se pueda aprovechar de la vulnerabilidad de las personas en el contexto virtual. Pero en una Colombia con una crisis en su contrato social, en donde la Constitución del 91 no ha empezado a “funcionar a cabalidad” por la politiquería, las redes sociales se han convertido en otra forma de acceder a la información. Hoy en día muchas personas y en particular los jóvenes prefieren informarse a través de YouTube, Twitter y Facebook entre otras, siguiendo a medios de comunicación alternativos e independientes en vez de mirar los tradicionales noticieros de los canales privados. Esto permite que circule otra forma de concebir el país, otros puntos de vista fuera de los tradicionales, que los que nunca han tenido voz la tengan ahora.

Por lo anterior, no es de extrañar que muy buenos periodistas como María Jimena Duzán que por mucho tiempo trabajó en revista Semana haya terminado haciendo su programa de opinión en YouTube, y que Daniel Coronell y Daniel Samper Ospina también se retiraran de la misma revista y tengan ahora su página web Los Danieles y la publiciten en las redes en mención. A ellos se le suman muchos opinadores y críticos como Levi Rincón, analista ácido del contexto nacional, que tiene su programa Notiparaco en YouTube con 354,000 suscriptores en el canal, y además tiene 306.400 seguidores en Twitter.

Otros medios independientes que se consolidan en el público colombiano son Q’Hubo, Proclama del Cauca, KienyKe, Noticias Uno, Las2Orillas, La Nueva Prensa, Vorágine, Tercer Canal, Canal 2 de Cali, Cuestión Pública, La Oreja Roja, La Cola de la Rata, Verdad Abierta, Baudo AP, Sapienscol, PosLaVerdá, Rutas del Conflicto, elsahabbat y La Tele Letal entre otros, pero todos con algo en común, ofrecen sus páginas y sus contenidos en las redes sociales.

Una última advertencia, en la confusión que genera el ruido de cuando se habla de las ventajas y de las desventajas de las redes se escuchan voces que juzgan su lugar en la sociedad culpándola del daño a la democracia (tal vez voces de una campaña de los grandes medios que ven cómo pierden su público).  La democracia en Colombia viene afectada desde hace décadas sin ser culpa de las redes sociales y lo único que han hecho éstas en el último siglo es favorecer el desarrollo de un pensamiento crítico en la ciudadanía.

En conclusión, estoy seguro de que las redes sociales están salvando la democracia porque han ayudado a abrir los ojos de muchas personas que crecimos escuchando solo la versión de quienes han gobernado toda la vida de esta república. Una evidencia muy concreta de esto es el reciente estallido social de la juventud colombiana: un estallido que no se dio antes de las redes sociales y que se da ahora como una oportunidad de transformar nuestro país en otro que tenga oportunidades para todos.  Por eso creo que las redes sociales están salvando la democracia en Colombia.

[1] Solana, 2017. Recuperado de https://lanzasyletras.com/medios-de-comunicacion-en-colombia-las-transformaciones-que-hacen-falta/

 

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Querido estudiante y querido maestro: participa en nuestra sección de Opinión. Envíanos un artículo de opinión, original, entre una y dos páginas de extensión, con tus ideas sobre cualquier tema de actualidad o pertinente a nuestra comunidad educativa, al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. También puedes opinar sobre los artículos que publican los columnistas.